Posicionamiento de Médicos del Mundo sobre el 'Acceso universal y con equidad a pruebas de detección, tratamientos y vacunas de Covid-19', 2021
Nos encontramos ante una pandemia global que requiere soluciones globales: los virus no entienden de fronteras. La disponibilidad limitada de vacunas marca la necesidad de determinar cómo distribuirlas de forma justa y equitativa entre países. Actualmente, existe un peligro muy real de que la mayoría de la población mundial se quede sin acceso a la prevención que confieren las vacunas existentes frente al SARS-CoV-2 durante un largo plazo. Si eso ocurre, la probabilidad de que la pandemia se prolongue en el tiempo causando muchos más casos de muerte es muy elevada.
La especial trascendencia de distribución equitativa de las vacunas no se basa tan solo en aspectos éticos relacionados con el Derecho Universal a la Salud. Desde un punto de vista de Salud Pública, la libre circulación del virus en cualquier lugar del mundo favorece la aparición de «variantes de preocupación» (VOC por sus siglas en inglés) que aumentan el riesgo de pérdida de la inmunidad natural secundaria al haber padecido la enfermedad o a resistencias virales a las vacunas que nos harían volver al punto de partida de la pandemia. Desde un punto de vista estrictamente financiero, un estudio publicado en enero de 2021 por la Fundación de Investigación de la Cámara de Comercio Internacional ha revelado que la economía mundial podría perder hasta 9,2 billones de dólares si los gobiernos no garantizan el acceso de las economías en desarrollo a las vacunas COVID-19, de los cuales hasta la mitad recaerían en las economías avanzadas. La pandemia no estará controlada en ningún sitio a menos que esté controlada en todas partes.