Ucrania
© Illya Krepack
Ucrania ocupa el puesto 77 sobre un total de 191 países en el Índice de Desarrollo Humano (IDH)
Bizum: 33509
Transferencia bancaria: IBAN ES54 2100 4466 9902 0002 0000
Por teléfono: 91 567 86 01
Contexto humanitario
RESPUESTA A LA EMERGENCIA
Para dar respuesta a la crisis humanitaria en Ucrania, Médicos del Mundo activó un equipo de emergencia de refuerzo que se unió al cerca de un centenar de efectivos que estaban trabajando en el país.
SUMINISTROS SANITARIOS A HOSPITALES UCRANIANOS
Ante el conflicto bélico, suministramos material de traumatología y quirúrgico, primero al hospital de Severodonetsk, al este del país, donde la situación es especialmente crítica. Hasta el momento, hemos realizado la entrega de material del stock de emergencia (traumatismo y quirúrgico) a 6 hospitales de la región en la que trabajamos, en el este del país, además de en el hospital de Dnipró. Además, hemos identificados necesidades en hospitales de Kiev y de Jarkiv.
CORREDORES HUMANITARIOS
Trabajamos con otras organizaciones para acceder a las zonas más afectadas y definir corredores humanitarios en los espacios de coordinación. En este sentido, estamos colaborando estrechamente con la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA por sus siglas en inglés).
Antes de esta crisis, cerca de 3 millones de personas dependían de la ayuda humanitaria para vivir, pero ahora, el gran número de personas refugiadas y desplazadas que huyen de las zonas de conflicto, junto con los numerosísimos heridos de gravedad, está llevando la situación al límite.
QUÉ HACEMOS EN LA EMERGENCIA
Presentes en Ucrania desde 2015, trabajamos para reforzar el sistema público de salud, llegando a aquellas zonas donde los hospitales y centros de salud se vieron dañados por la crisis de 2014 o que no contaban con suficiente personal sanitario. A través de unidades móviles, prestamos a la población del este del país servicios de atención primaria, salud sexual reproductiva, salud mental, atención psicosocial y donación de medicamentos. Gracias a este trabajo, gozamos de gran aceptación en la región y, desde la escalada del conflicto, se ha reorientado la actividad para atender la emergencia y responder a las necesidades de salud de la población.
- La OMS ha advertido que el derecho a la salud en Ucrania se está viendo gravemente afectado en todo el país y calcula que más de 12 millones de personas precisan de forma urgente asistencia sanitaria. Por ello, desde el inicio de la emergencia, la prioridad de Médicos del Mundo ha sido garantizar su acceso a la población afectada por el conflicto. Lo hace a través de tres líneas de trabajo: facilitando la atención sanitaria directa, proporcionando servicios de salud mental y apoyo psicosocial y asegurando la distribución de equipamiento sanitario y medicamentos.
- Atención sanitaria directa. Para responder las necesidades urgentes de la población más vulnerable de los oblast de Chernovtsi (en el oeste del país, cerca de la frontera con Rumanía) y Dnipro, los equipos de atención están proporcionando atención sanitaria directa en los centros colectivos de desplazados internos y realizando visitas diarias a pacientes en consultas. A través de este equipo, se garantiza el acceso a la sanidad primaria integral, -incluyendo cuidados preventivos y curativos-, medicación gratuita, educación para la salud sexual y reproductiva, así como derivaciones a nivel secundario de atención sanitaria.
- Servicios de salud mental y apoyo psicosocial. La salud mental y el apoyo psicosocial son las necesidades más acuciantes. A través de sus equipos facilitamos este tipo de servicios a toda la población a través de una línea telefónica. También de forma remota, se ha dado continuidad al apoyo que se prestaba a las personas de la zona del Donbás que ya participaban en sus programas de salud mental y apoyo psicosocial antes del estallido del conflicto.
- Distribución de suministros sanitarios y medicamentos. Gracias a esta acción, más de 266.000 personas tienen acceso a fármacos vitales para su salud.
- En materia de incidencia política, junto a otras organizaciones humanitarias presentes en Ucrania, la red internacional de Médicos del Mundo ha reclamado el cese inmediato de las hostilidades y los ataques contra la población civil, objetivos civiles e infraestructuras. Recordamos que es necesario respetar el Derecho Internacional Humanitario poniendo fin a los ataques contra infraestructuras esenciales, en particular las instalaciones sanitarias, y proporcionar un acceso seguro y sin obstáculos a la ayuda humanitaria a las zonas afectadas.
TRABAJO DESDE 2015
NUESTRO TRABAJO EN UCRANIA DESDE 2015
En 2024 se cumplieron diez años del comienzo del conflicto en el este de Ucrania. Se estima que, de los 3,4 millones de personas afectadas, el 37% son personas mayores, siendo la emergencia con mayor porcentaje de personas mayores afectadas del mundo.
Grandes extensiones de terreno están plagadas de minas y explosivos no detonados, que convierten a Ucrania en el país del mundo con más incidentes relacionados con estos explosivos.
Médicos del Mundo refuerza el sistema público de salud, llegando con las unidades móviles a aquellas zonas donde los centros de salud han sido dañados o no cuentan con suficiente personal sanitario. Estas unidades prestan servicios de atención primaria, salud sexual y reproductiva, salud mental, atención psicosocial y donación de medicamentos. Varios centros de salud, tanto en la zona controlada como en la no controlada por el Gobierno, han sido abastecidos con los equipos médicos necesarios, incluyendo respiradores y equipos de protección individual frente al covid-19.
La situación en Ucrania es grave, marcada por un conflicto persistente. A pesar de la aparente inmovilidad de los frentes, la población civil sigue expuesta a altos niveles de violencia, con más de 47.000 incidentes relacionados con enfrentamientos armados y ataques en 2023 (ACLED – Armed Conflict Location & Event Data Project). Esto ha provocado un patrón continuo de víctimas civiles, muerte y destrucción, creando una grave crisis humanitaria que incluye la interrupción del acceso a la atención sanitaria.
La OCHA informa de que el Grupo de Acción Sanitaria llegó a 7,6 millones de personas en 2023 de los 7,8 millones a los que se dirigía, incluidos desplazados internos, no desplazados afectados por la guerra y retornados. A 27 de diciembre de 2023, aproximadamente 3.689.000 personas seguían desplazadas internamente en Ucrania, con otras 5.974.800 desplazados en el extranjero (ACNUR), y 4.445.000 regresaban a sus residencias habituales, con un 26% que regresaba del extranjero (OIM).
De los 1.566 ataques contra la atención sanitaria verificados por la OMS desde febrero de 2022 hasta finales de 2023, 276 tuvieron lugar durante 2023, afectando a instalaciones, transportes, personal, pacientes, suministros y almacenes, lo que va más allá de las víctimas humanas. El acceso a la atención primaria en las regiones afectadas por la guerra es difícil debido a la destrucción de instalaciones, la interrupción del transporte y la interrupción de la logística, agravada por los movimientos masivos de población durante el conflicto. Además, el sistema local de atención primaria de salud en los asentamientos rurales se enfrenta a problemas agravados, ya que depende en gran medida de un presupuesto local sometido a tensiones por la recesión económica general. La persistente escasez de medicamentos y suministros médicos plantea un problema crítico para una población vulnerable compuesta principalmente por ancianos, mujeres y niños.
Los problemas de salud mental, enraizados en el trauma de la guerra, afectan a millones de personas en toda Ucrania. La OMS calcula que cerca de 10 millones de personas pueden padecer algún problema de salud mental, de los cuales unos 4 millones presentan afecciones moderadas o graves.
Se trabaja en Ucrania desde 2015, mejorando el acceso a la Atención Primaria y a la Salud Sexual y Reproductiva y proporcionando Salud Mental y Apoyo Psicosocial en las Áreas Controladas por el Gobierno (GCA) y las Áreas No Controladas por el Gobierno (NGCA) en las provincias de Donetsk y Luhansk, centrándose en hospitales y centros de salud afectados por la crisis de 2014 o que sufren escasez de personal sanitario debido a las hostilidades en la región.
Con la escalada de la guerra en 2022, se suspendieron las actividades en la NGCA debido a la pérdida de acceso humanitario. Aunque se reorientaron los esfuerzos para hacer frente a la emergencia y responder a las necesidades sanitarias urgentes de la población afectada.
A lo largo de 2023, los programas se centraron en reforzar el sistema sanitario local mediante la prestación de servicios sanitarios directos a través de unidades móviles multidisciplinares, incluyendo consultas de Salud Sexual y Reproductiva, la realización de consultas individuales y grupales de Salud Mental y Apoyo Psicosocial (SMAPS) y el apoyo a los centros sanitarios a través de ayudas económicas, suministro de medicamentos y material médico fungible y de equipamiento. Las actividades también garantizaron un suministro continuo de recursos esenciales, como kits de higiene y dispositivos de asistencia para personas con discapacidad o movilidad reducida. Estos esfuerzos llegaron a comunidades de las provincias de Kharkiv, Chernihiv, Zaporizhzhia y Kyiv, situadas a lo largo de la línea del frente y la frontera internacional con la Federación Rusa y la República de Bielorrusia, y en la parte trasera de la provincia de Chernivtsi, que acoge a una importante población de desplazados internos.
Se hizo especial hincapié en el desarrollo de las capacidades del sistema sanitario local para dar una respuesta resistente a los retos actuales. Para ello se potenció el liderazgo local, se llevaron a cabo actividades de incentivación y promoción, se impartieron cursos de formación sobre el Programa de acción para superar las brechas en salud mental (mhGAP), gestión de problemas Plus (PM+) y autoayuda+, que reforzaron la capacidad de divulgación y los activos materiales, y se organizaron sesiones de concienciación.
Proyectos actuales
Fortalecimiento de la resiliencia del sistema de salud y de la comunidad de la región de Donbass, este del país Duración: 15 de noviembre de 2020 – 30 de junio de 2025. Población beneficiaria directa: 21.348 personas. Población indirecta: 136.569 personas. Presupuesto 2.311.045 euros. Cooperación al desarrollo
Mejorar el acceso a una atención primaria de salud de calidad para la población afectada por el conflicto Duración: 1 de julio de 2023 – 31 de diciembre de 2024. Población indirecta: 430.000 personas. Presupuesto: 1.800.000 euros. En colaboración con Médicos del Mundo Alemania
Mejorar el acceso a una atención primaria de calidad para la población afectada por el conflicto Fase II Duración: 1 de octubre de 2023 – 30 de octubre de 2024. Población beneficiaria directa: 11.749 personas. Población beneficiaria indirecta: 307.300 personas. Presupuesto: 912.648 euros. En consorcio con MdM Suiza y MdM Alemania. Acción humanitaria
Socio local
Ministerio de Salud y autoridades locales de salud de Ucrania
Entidades financiadoras
ECHO, German Federal Foreign Office, Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo de Alemania / Federal Republic of Germany Foreign Office (BMZ), Swiss Solidarity, Médicos del Mundo España, Médicos del Mundo Alemania, Médicos del Mundo Suiza
VALENTYNA BORYSIVNA
«Tengo dolor en las articulaciones, por lo que le tengo que pedir a nuestra enfermera local, Lena, que me inyecte. Además de mis articulaciones, no camino bien y necesito una operación en una de las venas de mi pierna. A veces, ni siquiera puedo ponerme de pie. Y ayer tuve mucho dolor en mi espalda. Aquí, cuando estás enferma, no sabes cuál es la causa. Mi cirujano trabaja en Carbonit , un sitio de extracción de carbón en la ciudad de Zolote que tiene un hospital. Me ha aconsejado que haga la operación, pero cuesta mucho dinero, ¿de dónde lo obtendré? Pero sé que debería hacerlo. Para mí, las inyecciones y tabletas son muy caras, pero las necesito. Si mi vena explota, será como una fuente de sangre. Estoy tan preocupada por eso. Mi vida es imposible sin las inyecciones. Y todo está conectado al dinero.»
KATUNINAN GALINA
«He estado viviendo en este pueblo, Zolote, durante 37 años. En septiembre, un proyectil destrozó mi casa. Alguien que nunca ha estado en una situación como esa podrá entender qué se siente. Después del suceso, no pude hablar durante más de dos meses. Recibí algunos consejos de rehabilitación en Popasnaya, en el dispensario psico-neurológico. Posteriormente, comencé a trabajar para que mi aldea abriera una estación paramédica. Literalmente la construimos nosotras mismas, después de recolectar una pequeña cantidad de cada persona del pueblo para materiales de construcción. En nuestro pueblo hay muchas personas ancianas y enfermas que ni siquiera pueden salir casa. La cuantía de las pensiones son ridículas: la gente no puede comprar ni siquiera el pan. Tengo diabetes y necesito mis inyecciones de insulina para seguir con vida. Estamos muy agradecidas de que Médicos del Mundo nos proporcione medicamentos y atención médica.»
ALEXANDRA Y VOLODYMYR NIKITCHENKO
«Venimos a clínica móvil porque tenemos una enfermedad cardíaca y estamos sufriendo mucho. No hay personal médico en el pueblo y podríamos recaer en cualquier momento. Tenemos sensación de abandono y pérdida. La ayuda humanitaria se distribuye tan mal… ni siquiera sabemos cuándo llegará. Deberían distribuirla usando listas de residentes en la aldea, lo que podría demostrar quién realmente la necesita. El hospital de la ciudad de Stanitsia-Luhanska está a 30 kilómetros de la aldea de Herasimovka y no hay otras alternativas aquí. No siempre es posible esperar; podemos morir incluso mientras intentamos comunicarnos con algún vecino o vecina para pedir ayuda. En Herasimovka tampoco hay teléfonos estacionarios y las redes móviles que tenemos aquí tienen muy mala cobertura. Vivimos en la parte más baja del pueblo y allí la señal solo llega muy débil.»
NADEZHDA KORBUT
«No desearía mi situación a nadie. Tengo 83 años y vivo con mi hijo discapacitado. No puedo viajar a Lugansk para visitar la tumba de un hijo que tengo enterrado allí. Debido a la situación que estamos viviendo, ni las tumbas se pueden visitar. Padezco de hipertensión y me duele la cabeza con frecuencia. Trabajé mucho desde muy joven. Todavía trabajo en casa y en el jardín. Durante 10 años he estado viviendo y cuidando a 4 hermanos y hermanas, porque mis padres salieron y me dejaron sola. No tenemos constumbre de quejarnos. Necesitaríamos disponer de personal médico de forma permanente. Es bueno que la clínica móvil esté aquí hoy, pero mañana podría enfermar y tendría que esperar una semana hasta que vuelva a visitarnos. Por ello, tenemos que automedicarnos».