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Sanidad pública o sálvese quien pueda

10.08.2023
El sistema de salud público en España se ha venido debilitando desde 2008.

© Médicos del Mundo

Tener un sistema público de salud de calidad es uno de los mayores avances sociales de la historia, que algunos países como España habíamos conseguido alcanzar. A pesar de que le queda por recorrer un largo camino para lograr una óptima equidad, universalidad y calidad, el sistema nacional de salud (descentralizado al ser una competencia autonómica), era uno de los mejores valorados del mundo.

Sin embargo, corrientes políticas neoliberales comenzaron a partir de mediados de los años 80 a fijar como uno de sus objetivos el debilitamiento de los sistemas públicos de salud. La crisis económica que se inició en 2008 condujo al sistema, por los recortes emprendidos, a un debilitamiento extremo y, sin apenas margen, la crisis del COVID ha sometido al sistema público de salud a un estrés mantenido que lo ha dejado maltrecho, ya que en ningún momento se han materializado los refuerzos prometidos por las fuerzas políticas.

Todos los estudios internacionales1 coinciden en afirmar que para que un sistema público de salud sea eficiente y tenga calidad tiene que basarse en una atención primaria fuerte. La atención primaria no tiene que entenderse como la puerta de entrada al sistema, sino como el sistema mismo, ya que es en la atención primaria donde se resuelven entre el 80 y 90% de los problemas de salud de la ciudadanía. Y ha sido precisamente la atención primaria la parte del sistema que más ha sido castigada por los recortes y el debilitamiento en estos últimos años. La Organización Mundial de la Salud recuerda constantemente que a la atención primaria se debe destinar al menos el 25% del presupuesto sanitario total, y en los últimos años la media nacional apenas alcanza el 14%. Esto ha conducido a un sobreesfuerzo y desgaste de los y las profesionales que en los últimos años ha desembocado en una pérdida continua de efectivos, por lo que en muchas zonas del país está en riesgo la viabilidad de la continuidad en la atención sanitaria.

La Atención Primaria se basa en equipos multidisciplinares, pero es entre los y las profesionales médicos de familia y pediatras donde se está acusando más este déficit. Recientes estudios internacionales2 confirman que tener el mismo personal médico de familia durante 15 años disminuye la mortalidad en un 25%, y en un 28% la posibilidad de acabar hospitalizado. Este beneficio innegable para la ciudadanía (al que pocos fármacos e intervenciones sanitarias pueden aspirar) es lo que está en riesgo. Este debilitamiento progresivo está conduciendo a un fortalecimiento del mercado privado sanitario, obligando a los y las españolas a ser de los que más dinero en gasto privado sanitario tienen que dedicar en Europa3. España se está situando en una pendiente muy peligrosa, en la que el riesgo de ruina catastrófica para una familia debido a gastos sanitarios puede comenzar a aparecer como un problema en el horizonte, que hasta ahora sólo era posible en países con bajo desarrollo o en Estados Unidos, donde un sistema privatizado al máximo conduce a miles de familias anualmente a la ruina.

Manifestaciones masivas por todo el país y numerosas encuestas de opinión4 demuestran que los ciudadanos están muy preocupados por la situación de la sanidad. Entre ciudadanos, profesionales, gestores y políticos estamos a tiempo de fortalecer uno de los cimientos que nos sostienen como sociedad.

Antonio Cabrera Majada, especialista en Medicina de Familia y Comunitaria, experto sanitario en Acción Humanitaria y Cooperación Internacional al Desarrollo. Actualmente trabaja en el Centro de Salud Daroc , Madrid

1. Is primary care essential?  Starfield B. Lancet. 1994;344;1129-33. 

2. Continuity in general practice as predictor of mortality, acute hospitalisation, and use of out-of-hours care: a registry-based observational study in Norway. Hogne Sandvik, Øystein Hetlevik, Jesper Blinkenberg and Steinar Hunskaar British Journal of General Practice 2022. 

3. OCDE Estadísticas de Salud 2022. 

4. Barómetros Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).