Memoria anual de Médicos del Mundo 2021
El negativo impacto de la Covid-19 en el bienestar psicosocial puso de manifiesto las necesidad de desarrollar una intervención en salud mental.
Hace 40 años nacía en Francia una asociación de personas voluntarias que trabaja desde entonces por hacer efectivo el derecho a la salud de todas las personas, especialmente las más vulnerables, excluidas o víctimas de catástrofes naturales, epidemias, hambrunas, enfermedades, conflictos armados o violencia política. Hace 30 años, un grupo de personas con las mismas convicciones se asociaba en España.
Al igual que en el año anterior, nuestra actuación durante 2021 estuvo maracada por la pandemia de Covid-19 y las estrategias para controlar la propagación del virus, aunque con algunos factores diferenciales, como el acceso a las vacunas (pero también cierto clima de desconfianza hacia ellas), la aparición de nuevas variantes y la profundización de las consecuencias sociales y económicas, en especial sobre las poblaciones más vulnerables.
Globalmente, El mundo está atravesando una crisis compleja. La degradación de los contextos políticos, sociales y económicos, sobre todo en determinadas zonas del planeta, se ve acompañada de la debilidad estructural de los gobiernos y una cada vez más evidente crisis climática. Mozambique o Sudán del Sur son ejemplos de esta realidad.
La presencia de la Covid-19, la geopolítica de las vacunas, el incremento de desigualdades, el aumento de la violencia sexual y de género, el auge de solicitudes de salud mental y psicosocial, las enfermedades desatendidas a causa de la pandemia o el esfuerzo realizado por las y los trabajadores sanitarios para combatirla; todo esto ha formado parte de la realidad de muchos países y regiones.
Como organización que trabaja en países con unos sistemas de salud frágiles o inexistentes, nuestro objetivo durante 2021 fue contribuir a la resiliencia de las poblaciones, proporcionando atención y protección a las personas con más necesidades, recuperando la capacidad de los sistemas afectados, promoviendo sistemas de salud solidarios e integrales, fortaleciéndolos en calidad y aceptabilidad, orientándolos hacia una atención sanitaria universal e incidiendo en su recuperación y en la protección de los colectivos más vulnerables. Y así parece que seguirá siendo.