"Salud y Derechos Sexuales y Reproductivos" Módulo de Gender ABC
La salud y los derechos sexuales y reproductivos se reconocieron oficialmente en la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo celebrada en El Cairo en 1994 (CIPD), donde se definió la salud sexual como “un estado de bienestar físico, mental y social en relación con la sexualidad, y no solamente la ausencia de enfermedad, disfunción o malestar”. Definición que implica necesariamente que “las personas puedan llevar una vida sexual segura y satisfactoria, tengan la capacidad de reproducirse y la libertad de decidir si quieren hacerlo, cuándo y con qué frecuencia”. Además, en relación con la juventud, la CIPD señaló que “se les debe facilitar el acceso a la información y los servicios oportunos para ayudarles a comprender y disfrutar su sexualidad y protegerse de embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual.
Situación que debería combinarse con la formación a hombres jóvenes en el respeto a los derechos de las mujeres y en la responsabilidad compartida en materia de sexualidad y reproducción”. Un año después, la IV Conferencia Mundial sobre las Mujeres de Naciones Unidas celebrada en Beijing se convirtió en la primera declaración internacional que incorporó el concepto de derechos sexuales, definiéndolos como aquellos “derechos de las mujeres para controlar y decidir de manera libre y responsable sobre cuestiones relacionadas con su sexualidad, incluida la salud sexual y reproductiva, sin sufrir coacción, discriminación, ni violencia”.
Según una encuesta realizada en 25 países de la región europea de la OMS, aproximadamente el 20% de quienes tienen 15 años han mantenido relaciones sexuales. La mayoría de la juventud llega a la pubertad habiendo recibido mensajes negativos y contradictorios sobre la sexualidad, que a menudo se intensifican debido a fuentes poco fiables —como sus amistades, o el uso de Internet—, y también por la vergüenza y el silencio de las personas adultas de su entorno que no se sienten preparadas o capacitadas para abordar estos temas. Además, las normas sociales y la discriminación de género influyen directamente en la manera en la que chicos y chicas afrontan la sexualidad y las conductas sexuales de riesgo.
Este módulo se centra en combatir los mitos y malentendidos sobre la sexualidad y la salud reproductiva, y en mejorar el conocimiento que la adolescencia tiene de su sexualidad y de los métodos anticonceptivos y de protección y prevención de enfermedades de transmisión sexual, el VIH y los embarazos no deseados. También busca fomentar que el alumnado se exprese libre y abiertamente, desarrollando su autoestima, la aceptación y el respeto de su propio cuerpo y la diversidad de cuerpos y el reconocimiento de sus propias emociones y temores sobre la sexualidad y la reproducción.
Al mismo tiempo, el módulo busca desarrollar las habilidades de comunicación y negociación en la juventud con respecto a la salud sexual y reproductiva para poder enfrentarse positivamente a la presión del grupo, prevenir las enfermedades de transmisión sexual (ETS) y los embarazos no deseados y decidir cuándo y con quién tener relaciones sexuales. Las actividades propuestas permiten que el alumnado reflexione sobre la influencia que las normas sociales y los mandatos de género tienen en la salud sexual y reproductiva, la expresión sexual y las conductas sexuales de riesgo. Al mismo tiempo que promueven relaciones afectivo-sexuales placenteras y seguras, libres de toda coacción, discriminación y violencia.
Este módulo educativo ha sido elaborado por Médicos del Mundo en el marco del proyecto Gender ABC.