El hecho de no abordar explícitamente el racismo y la capacidad insuficiente para respaldar una infraestructura sólida de datos sobre equidad en salud obstaculiza gravemente los esfuerzos para abordar y desmantelar el racismo sistémico pues los sistemas sociales actúan individualmente, y en combinación, para crear y perpetuar el racismo estructural a través de políticas y prácticas a nivel local, estatal y federal, que, a su vez, generan disparidades de salud raciales y étnicas.
En este contexto, desde el punto de vista del sistema, la financiación insuficiente dela atención sanitaria, las barreras lingüísticas, la formación cultural inadecuada o la falta de competencias interpersonales y la falta de apoyo institucional son desafíos importantes en la prestación de una atención sanitaria que responda a la diversidad.
Los esfuerzos políticos que no aborden directamente el racismo estructural no lograrán la equidad y, en cambio, empeorarán las brechas y las disparidades existentes en el acceso y la calidad, perpetuando así un sistema de dos niveles dictado por el racismo (Jindal et al., 2024). Por otro lado, los resultados de la investigación acción participativa del presente estudio representan un intento de implementar un modelo de cambio naturaleza inductiva (desde lo micro hasta lo macro) que permita generar un movimiento integral que involucre también a los colectivos directamente afectados por las malas practica sanitaria en el trato o la interacción con el paciente y que proporcione un espacio de
convivencia con los/as profesionales de servicios de salud en la búsqueda y promoción comunitaria de buenas prácticas para el futuro
© Alberto Sernández
