Ha pasado un año desde que la Corte Internacional de Justicia dictó medidas provisionales, exigiendo que Israel tomara medidas inmediatas para garantizar la protección de los derechos de la población de Gaza frente a actos de genocidio y que existiera un riesgo real e inminente de perjuicio irreparable para estos derechos. A pesar de esta clara directriz legal, durante el año transcurrido hasta el acuerdo de alto el fuego no se han observado acciones significativas para abordar las terribles condiciones humanitarias de Gaza, lo que permitió que la crisis se agravara aún más en flagrante violación de las medidas provisionales.
Por el contrario, la falta de aplicación de las medidas provisionales se desarrolla en un contexto de ataques a gran escala por parte de las fuerzas israelíes que mataron a civiles, destruyeron infraestructuras civiles críticas y utilizaron potencialmente el hambre como arma de guerra. Todo ello, unido al bloqueo del acceso de la ayuda humanitaria, ha provocado un sufrimiento sin precedentes a las personas palestinas de Gaza y del resto de los Territorios Palestinos Ocupados.
