Beirut sigue curando sus heridas un año después de la explosión

Desde un local en el barrio más cercano al puerto donde se produjo la explosión, seguimos apoyando la salud mental de las víctimas.
Tras la catástrofe ocurrida en Beirut el martes 4 de agosto de 2020, que dejó más de 200 muertos y 6.500 heridos, Médicos del Mundo -a través de nuestra delegación francesa y su equipo en Líbano- ha intensificado sus actividades en favor de las personas afectadas por la explosión, para que puedan recibir apoyo psicológico y ayuda humanitaria.
Gracias a la experiencia adquirida realizando actividades de salud mental en el país desde años atrás, fuimos capaces de ofrecer rápidamente primeros auxiliares psicológicos. Aunque en una situación de emergencia la ayuda humanitaria es fundamental para satisfacer necesidades básicas como la alimentación, la higiene o la reconstrución de edificios, como organización sanitaria no podemos olvidar la salud física y mental. Por eso nos centramos en proporcional a las víctimas de la explosión un apoyo psicosocial esencial en esos momentos, visitándoles en sus domicilios si era necesario.
En los dos primeros meses tras la explosión, los equipos de Médicos del Mundo atendieron a más de 1.000 hombres, mujeres y niños. La demanda era grande y el seguimiento de las víctimas, esencial. Para consolidar su acción, la organización pudo instalarse en un local del barrio de Karantina, el más cercano al puerto y el más violentamente destruido. Las consultas de salud mental continúan en esta estructura adaptada para formar parte del esfuerzo de reconstrucción de la ciudad a largo plazo.
El Líbano vive actualmente una de las peores crisis económicas de su historia. La explosión de Beirut y la crisis sanitaria provocada por el coronavirus son una nueva herida para este país ya politraumatizado. Las y los supervivientes lo viven todavía con incredulidad, aunque con esperanza.