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Carta abierta a los líderes de la UE, a los jefes de Estado y de Gobierno de la UE y al Reino Unido

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Si queremos prevenir la infección, la mutación y la reinfección, todo el mundo debe estar protegido del virus COVID-19.

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Nosotras, las organizaciones de la sociedad civil firmantes, estamos consternadas y exasperadas por su negativa a aceptar compartir el conocimiento y la capacidad de las vacunas con los países productores de vacunas en todo el mundo, especialmente en África. A pesar de los abrumadores y crecientes llamamientos a la acción, ustedes continúan sin avanzar en esta cuestión y están poniendo, de este modo nuestras vidas en riesgo.

Como dijo Antonio Gutiérrez, Secretario General de las Naciones Unidas, «Nadie está a salvo hasta que todos estemos a salvo». Si bien es digno de elogio el notable despliegue de vacunas en Europa, aparentemente a un ritmo de aproximadamente 30 ciudadanos de la UE por segundo, esto no debe ser una competición. Este no es un ejercicio de búsqueda de gloria. Se trata del derecho a la vida de todos y todas, sin importar dónde vivan o hayan nacido. Y ustedes, líderes de la UE y del Reino Unido, no tienen derecho a negárselo a nadie.

Nadie está a salvo hasta que todas las personas estemos a salvo.

Si bien algunos países comienzan a hablar de recuperación, a retomar una vida normal y volver a disfrutar de las actividades sociales, culturales y deportivas, muchos otros todavía luchan con las nuevas olas de la pandemia. Mientras este siga siendo el caso, todos y todas corremos el riesgo de sufrir mutaciones del virus. Ya hemos aprendido que el virus no tiene fronteras. ¿Por qué, entonces, permitirían ustedes que mute libremente en algunas partes del mundo arriesgando a que esas nuevas variantes resurjan en sus propios países?

Está claro que si queremos prevenir la infección, la mutación y la reinfección, todo el mundo debe estar protegido del virus COVID-19. Solo esto garantizará un camino global hacia la recuperación.

En un mundo globalizado, un enfoque de «yo primero» es tan miope y equivocado como egoísta y peligroso.

Para que todas las personas tengan igual acceso a las vacunas y sean tratadas sin discriminación, pedimos tres acciones clave:

  1. PONER FIN A LA HEGEMONÍA SOBRE LAS VACUNAS

Nosotras, las organizaciones firmantes, objetamos la continua negativa de los líderes europeos, especialmente Alemania y el Reino Unido, de permitir la relajación temporal del Acuerdo de la Organización Mundial del Comercio (OMC) sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC) según lo solicitado por India y Sudáfrica. Su negativa está impidiendo que otros países produzcan vacunas muy necesarias para miles de millones de personas. Hemos visto claramente que es imposible producir suficientes vacunas para todo el mundo si se cuenta con unas pocas empresas y centros de producción.

Es vergonzoso escuchar a los líderes de la UE declarar con orgullo que «Europa es hoy en día la farmacia del mundo» cuando los casos de COVID-19 continúan aumentando en África, el mecanismo COVAX no logra administrar las dosis requeridas de vacunas y ustedes se niegan a permitir que el Sudáfrica e India, entre otros, desempeñarán un papel fundamental en la producción de vacunas. Nadie pide ni espera que Europa sea la farmacia del mundo. África no quiere eso. Les pedimos urgentemente que pongan fin a su control neocolonial sobre otras partes del mundo.

Las normas actuales de protección de la propiedad intelectual (PI), tal como están contenidas en el Acuerdo sobre los ADPIC, son un obstáculo para el intercambio de conocimientos, la transferencia tecnológica y la producción de materias primas. Por lo tanto, son una barrera para aumentar la producción de vacunas y poner fin a la pandemia mundial. La mejor manera de superar esto es poniendo fin a su hegemonía monopolística sobre las vacunas y proteger el derecho a la vida de todas las personas, aceptando una exención de los ADPIC en la OMC.

No se puede permitir que los intereses del sector privado determinen quién vive y quién muere. ¡Las ganancias de las principales compañías farmacéuticas no pueden tener prioridad sobre la equidad y la justicia! ¡Ya es suficiente! “Las vacunas COVID-19 deben ser consideradas un bien público global”, como reiteró recientemente el Secretario General de la ONU, António Guterres.

Nosotras, las organizaciones firmantes, les pedimos a ustedes, los líderes de la UE y del Reino Unido, que acepten urgentemente una exención de los ADPIC de la OMC. También les pedimos que retiren la actual contra-comunicación de la UE, que es simplemente una distracción. ¡Dejen de retrasar el proceso y de arriesgar todas nuestras vidas!

2. APOYAR LA CAPACIDAD DE FABRICACIÓN EN OTROS PAÍSES

Sabemos que aceptar una exención de los ADPIC de la OMC no será suficiente. Los países necesitarán apoyo para fabricar y producir a escala las vacunas. Se estima que hasta la fecha solo el 2% de los africanos han recibido una vacuna. Sin embargo, varios países de África están interesados ​​en apoyar la producción de vacunas, además de Sudáfrica, como es el caso de Senegal, Ruanda y Egipto. Por lo tanto, la UE también debe compartir conocimientos, apoyar la transferencia de tecnología y fortalecer la capacidad para que esos países puedan acelerar la producción de vacunas lo más rápido posible.

A la luz de la proclamada “asociación” que Europa desea desarrollar con África, se debe tener en cuenta que las acciones hablan más que las palabras. Europa no está a la altura en su primera prueba real de asociación.

Así como el virus no conoce fronteras, el virus seguirá mutando, creando variantes contra las cuales es posible que las vacunas actuales ya no funcionen. Ustedes, líderes de la UE y del Reino Unido, ¿realmente quieren tener que confiar en el cierre de fronteras, creando una Europa fortificada, en un vano intento de mantener el virus fuera, posiblemente durante los próximos años? Su inversión en el continente africano ahora serviría para aumentar la resiliencia a largo plazo y para contrarrestar cualquier pandemia de salud futura de manera más eficaz.

Nosotras, las organizaciones firmantes, por lo tanto, les pedimos a ustedes, líderes de la UE y del Reino Unido, que exijan a las empresas farmacéuticas que compartan el conocimientos y la tecnología para permitir que los países no pertenecientes a la UE produzcan vacunas y aumenten los niveles de producción global para que todos los países puedan proteger a su gente.

3. APOYO A LA ENTREGA DE VACUNAS EN EL PAÍS

Si bien «compartir vacunas» es una opción muy limitada y a corto plazo, inevitablemente fracasará si no se realizan los esfuerzos correspondientes para apoyar la entrega de vacunas en el país. Varios países, como Malawi, la República Democrática del Congo y Sudán del Sur, no han podido beneficiarse de las pocas dosis de vacuna que se administraron a través del mecanismo COVAX debido a la insuficiencia de recursos y la fragilidad de los sistemas de salud nacionales. Una vez que aumente la producción en otras partes del mundo, especialmente en África, se requerirá apoyo para garantizar que la vacuna se entregue a las personas de la manera más rápida y eficiente posible.

La pandemia de COVID-19 ha demostrado claramente la importancia de contar con sistemas de salud sólidos y con recursos suficientes. Incluso los sistemas de salud de los países ricos han tenido problemas para hacer frente a las altas tasas de infección y a la pandemia. La experiencia previa de brotes víricos como el del Ébola ha proporcionado lecciones valiosas para África, pero esto ha servido en gran medida para limitar la infección. Sin embargo, esas lecciones también han demostrado la importancia fundamental de invertir en trabajadores de salud de primera línea y en la atención basada en la comunidad. Por lo tanto, la inversión en el acceso universal a sistemas de salud de calidad es fundamental y, como parte de ese esfuerzo, la inversión en los trabajadores de la salud y los cuidadores es clave.

Nosotras, las organizaciones firmantes, por lo tanto, les pedimos a ustedes, líderes de la UE y del Reino Unido, que apoyen a todos los países para que realicen inversiones críticas en sus sistemas de salud y garanticen una entrega justa y eficiente de vacunas para todos y todas.

Como dijo Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS, «el mundo está al borde de un catastrófico fracaso moral, y el precio de este fracaso se pagará con vidas y medios de subsistencia en los países más pobres del mundo». ¡No dejes que eso suceda bajo nuestra mirada!

Firma nuestra carta, únete a las personas de todo el mundo para exigir a los líderes de la UE , Jefes de Estado y de Gobierno que garanticen #Vaccines4All. Puede firmar la carta como individuo o como organización completando este formulario.