© Cintia Sarría / Médicos del Mundo
Los contextos en los que se da la prostitución y la trata se caracterizan por una clara exposición a múltiples situaciones de violencia de género lo que trae inevitables impactos en la salud tanto física como mental de las mujeres.
En 2022, 1180 víctimas de trata y explotación sexual fueron liberadas por la Policía y la Guardia Civil, y de esas, 26 de ellas eran menores. Además, aproximadamente el 90% de mujeres víctimas de prostitución y trata son mujeres migrantes.
Centrándonos en las violencias e impactos en la salud mental, algunos estudios a nivel internacional arrojan datos bastante rotundos al respecto. Las mujeres en situación de prostitución están sometidas a múltiples violencias. Según los estudios realizados por la psicóloga clínica norteamericana Melissa Farley, directora y fundadora de la organización Prostitution Research and Education: el 82% de las mujeres en situación de prostitución afirma haber sufrido amenazas. La investigación arroja que el 68% se vio intimidada con un arma. El 73% ha sido agredida físicamente. Y un preocupante 62% afirmó haber sido violada en el ejercicio de la prostitución, entre ellas un 46% más de cinco veces.
Reflexionando sobre estos datos, parece incuestionable, la probable existencia de un impacto de los contextos de prostitución y trata en la salud mental de las mujeres.
Impacto en la salud mental y emocional de las mujeres
Muchas mujeres en situación de prostitución y trata, por lo general, son personas que han sobrevivido a contextos de violencia, a veces desde la infancia, y que, además, suelen llevar a cuestas una “mochila” de cuidados y responsabilidades familiares que muchas veces priorizan a su propio autocuidado.
Si en algún contexto es relevante contemplar la interseccionalidad de vulnerabilidades, ese podría ser el de la prostitución y el de la trata con fines de explotación sexual. Dicho esto, hay algunas consideraciones interesantes a tener en cuenta sobre todo de cara a organizar servicios de salud mental y apoyo psicosocial con mujeres en contextos de prostitución serían las siguientes:
No es raro pensar que, en estos casos, lo que se produce es una normalización de la violencia en todos los ámbitos incluido en el de la prostitución, en el que además se produje la paradoja de la “falsa sensación de control”. Tal y como señala la activista Amelia Tiganus desde su propia experiencia personal: “la prostitución fue para mí la ilusión de tener el control sobre esos abusos que había sufrido en la infancia y en la adolescencia. Se repetían una y otra vez, exactamente igual que antes, pero yo me alimentaba con la ilusión de tener el control sobre la situación y además obtener un beneficio económico. Una trampa mortal.”
Si seguimos aterrizando en la realidad detectada desde el acompañamiento a las mujeres en situación de prostitución desde Médicos del Mundo podemos destacar que en el diagnóstico de necesidades y estado de salud física y emocional de las mujeres, realizado en el marco del Proyecto de inserción sociolaboral con mujeres en situación de prostitución y trata, entre enero y junio de 2023 a través de cuestionarios online y grupos focales en distintas sedes autonómicas, las mujeres entrevistadas reconocen en su valoración que su salud emocional es peor que su salud física.
Solo el 25% de las mujeres entrevistadas calificaban como “buena” su salud emocional. Entre los malestares emocionales que las mujeres reconocen se encuentran las distintas manifestaciones en las propias palabras de las titulares de derechos: Ansiedad y dificultades para relajarse, problemas frecuentes de memoria, dificultades para concentrarse en tareas cotidianas, tristeza, ganas de llorar, apatía, miedo constante, asco, pensamientos recurrentes e intrusivos, pérdida de autoconcepto y autoestima, dificultad para establecer relaciones de confianza e intimidad.
Además, según este informe-diagnóstico, el 43% de las mujeres encuestadas reconocían consumir con frecuencia algún tipo de medicación, siendo la más frecuentemente consumida, ansiolíticos y antidepresivos.
Los condicionantes para la salud mental
Los condicionantes en las intervenciones en salud mental y acompañamiento psicosocial detectados por los equipos de intervención:
- Impacto psicológico agudizado en mujeres migrantes por las dificultades socioeconómicas vividas y el desarraigo y aislamiento que viven al llevar a España.
- Dificultades de adherencia y vinculación iniciales y agudizadas por la inestabilidad inherente a sistema prostitucional. Las mujeres demandan atención individual fundamentalmente en momentos de crisis.
- En los momentos iniciales de la intervención no identifican el impacto de la prostitución en su salud mental y emocional, sus demandas en los espacios de acompañamiento psicosocial suelen tener que ver con dificultades para dormir o descansar, y conflictividad en las relaciones familiares y/o de pareja. Hay que tener en cuenta la disociación como consecuencia de la violencia y como estrategia de supervivencia ante situaciones traumáticas.
- Percepción constante de estigma y rechazo vinculados a la situación de prostitución y al hecho de ser mujeres migrantes en muchos casos racializadas. La intersección entre el estigma y el racismo dificulta el acceso a recursos sanitarios y servicios sociales.
El apoyo psicosocial procurado por Médicos del Mundo
Dentro del Plan de inserción sociolaboral y con todo este planteamiento expuesto anteriormente, es importante distinguir, qué intervenciones pueden ser llevadas a cabo una vez la mujer está fuera del contexto de la prostitución o en fase de abandono de este, y cuáles son viables y seguras mientras las mujeres están en el contexto de prostitución.
Es indispensable individualizar cada caso, pero, es muy complicado y muchas veces contraproducente, intervenir en la disociación, el consumo de sustancias y otros síntomas compensatorios mientras las mujeres se encuentran aún expuestas al contexto de prostitución.
El acompañamiento psicológico que se ofrece desde Médicos del Mundo parte de un enfoque psicosocial con un foco específico en el contexto que rodea a las mujeres y en la dignidad de las mujeres en situación de prostitución en todo el proceso. Además, todas las intervenciones parte de una perspectiva de género con un enfoque antropológico y transcultural.
Dentro del Plan de inserción sociolaboral para mujeres en situación de prostitución, la intervención en salud mental y el acompañamiento psicosocial por parte de profesionales especializadas es transversal a toda la intervención. Se trabaja tanto a nivel individual como grupal, siendo lo ideal una combinación de ambas modalidades, priorizando siempre la voluntad y la toma de decisiones de las mujeres. Dependiendo de momento de la intervención programan talleres iniciales con temáticas como: gestión del estrés, autodefensa feminista, salud y autocuidado o gestión emocional, todos ellos realizados en un mínimo de dos sesiones con una muy buena respuesta y valoración de las mujeres participantes.
A lo largo del proceso de trabajo de intervención y apoyo psicosocial en salud mental, Médicos del Mundo, tiene en cuenta aspectos como el abordaje interdisciplinar de profesionales, la formación a los equipos intervinientes en primeros auxilios psicológicos con un enfoque sensible al trauma, la coordinación con servicios sociales especializados y el sistema nacional de salud. Durante el proceso, prevalece el protagonismo absoluto de las mujeres, favoreciendo y respetando siempre su toma de decisiones y focalizando las acciones a partir de sus demandas.