Memoria Médicos del Mundo 2016
2016: Una crisis de derechos mucho mas profunda que la crisis financiera
La Organización Internacional de Migraciones (OIM) considera que existen más de 250 millones de personas migrantes en el mundo. A pesar de lo que cabría suponer, este flujo migratorio no se produce fundamentalmente desde países pobres a países ricos, si no, sobre todo, desde países de renta media a países de renta alta. En 2016, el principal destino de estas personas seguía siendo, con diferencia, Europa, un poco por encima de Asia y lejos de Norteamérica. La tendencia de estos movimientos migratorios está en alza, aunque quizás no tanto como debería dadas las grandes desigualdades del mundo. La población migrante siempre ha producido riqueza en los países de destino: desde un punto de vista demográfico, económico y, sobre todo, de diversidad. Las personas refugiadas suponen 70 millones, según datos al Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (UNHCR), cifra desconocida en nuestra historia reciente. Las causas son las catástrofes naturales -como consecuencia del cambio climático-, los conflictos o emergencias complejas, y, en la base, la desigualdad crónica agudizada que produce situaciones de urgencia humanitaria. En absoluto estas personas han tomado la decisión de migrar de forma voluntaria. Su decisión ha sido forzosa: morir o vivir, abandonando su país de origen.