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13 años de guerra en Siria: ¿cuál es el estado de salud?

Fotografía: Médicos del Mundo

13 años de guerra en Siria: ¿cuál es el estado de salud?

Esencial
  • Solo el 59% de los hospitales y el 57% de los centros de atención primaria están en pleno funcionamiento  

  • Más de una década de conflicto ha obligado a muchos profesionales de la salud a huir del país, dejando a los centros de salud y hospitales con poco personal sanitario 

  • El noreste de Siria vive una escalada de ataques a infraestructuras críticas como refinerías de petróleo, puntos de suministro de agua, redes eléctricas e incluso otras instalaciones clave como centros de salud 

 

13 años de guerra, de muerte, desplazamiento, destrucción, crisis y resiliencia. ¿Cuál es el estado de salud del pueblo sirio? ¿Pueden acudir al centro de salud cuando lo necesitan, tienen medicinas, cuál es el estado de su salud mental tras una crisis tan prolongada? Médicos del Mundo, que trabaja en el noreste de Siria desde 2017, quiere llamar la atención sobre la fragilidad del momento y reivindicar que se preste atención a un país que solo consigue cubrir el 36% de la financiación para sus necesidades humanitarias en materia de salud. 

¿Cuál es el estado de salud del pueblo sirio? 

Tras 13 años de guerra, el pueblo sirio resiste con un debilitado sistema de salud: las consultas privadas son impagables y el sistema público está muy saturado.  En toda Siria, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que solo el 59% de los hospitales y el 57% de los centros de atención primaria están en pleno funcionamiento. Para su funcionamiento, existe una gran dependencia de las ONG. Los centros de atención primaria sin el apoyo de las ONG suelen carecer de los profesionales sanitarios suficientes, los equipos necesarios y estándares de calidad.  

Además, en el noreste de Siria, donde Médicos del Mundo trabaja, la ONG denuncia que la escasez de vacunas está contribuyendo a brotes y epidemias. También señala un aumento significativo y repetido de los precios de los medicamentos y los productos farmacéuticos por parte del Gobierno de Siria y las empresas farmacéuticas privadas en los últimos dos años. 

“Esto es un crimen, comprar medicinas es un crimen. Una consulta al médico cuesta 40.000 libras sirias. Hoy no tengo nada para poder comprar mis medicinas", explica Ahmad Al Sali, paciente en el Centro de Salud Kalasa, en el noreste de Siria. 

 

 

Una década de conflicto ha obligado a muchos profesionales a huir del país, dejando a los centros de salud y hospitales con poco personal, especialmente especialistas como las matronas. “La falta de matronas ha sido y sigue siendo una limitación importante en nuestro trabajo con los derechos sexuales y reproductivos. Nos vemos obligados a emplear matronas no certificadas (enfermeras con formación básica en salud sexual y reproductiva) en algunos lugares debido al desafío de asegurar candidatas cualificadas. A veces, el proceso de contratación se extiende durante varios meses sin que se logre reclutar a una sola partera”, explica Ejaz Ahmed, coordinador de Médicos del Mundo en el noreste de Siria.  

Otro de los retos de la salud pública en la región es sensibilizar sobre las epidemias y brotes epidémicos (como la leishmaniasis estacional, el cólera, el sarampión, las infecciones respiratorias agudas y la diarrea, entre otros) y la malnutrición, que son el resultado de las precarias condiciones de vida y de salud, intensificado por la situación actual de conflicto. 

Además, Médicos del Mundo alerta de los elevados niveles de malnutrición en mujeres en edad reproductiva y menores en el noreste de Siria. Ciertas áreas como Deir-ez-Zor, Al Hasakeh y Ar-Raqqa reportan niveles catastróficos de retraso en el crecimiento que superan el 30%. Además, 1 de cada 4 mujeres de entre 15 y 49 años padece anemia, con una prevalencia aún mayor entre las adolescentes, donde 1 de cada 2 niñas sufre anemia. 

El pueblo sirio vive en trastorno postraumático 

La ONG recuerda que para una salud plena no solo hablamos de la física, sino también y en gran medida de la mental, clave tras 13 años de conflicto. Como consecuencia del contexto del conflicto aún activo, la fragilidad de la situación de seguridad incrementa las enfermedades crónicas y de los trastornos de salud mental y psicosocial. 

"En general toda la sociedad vive un trastorno postraumático. Y esto tiene consecuencias: ansiedad, estrés, depresión, etc. Como profesionales de la psicología no sabemos cuánto puede durar. Podría durar 10 años, o podría durar más", explica un psicólogo de un centro de salud de la región de Kobane . 

Ir al psicólogo o psicóloga es aún un gran tabú para la población siria, especialmente para mujeres y adolescentes, por ello Médicos del Mundo es uno de los pocos actores en el terreno que trabaja la salud mental centro de salud a centro de salud y casa por casa: a través de la sensibilización en las comunidades y de la dotación de equipos de salud mental y apoyo psicosocial en el sistema público de salud. 

¿Cómo se vive en el noreste de Siria tras 13 años de guerra? 

 

La mayor preocupación de las personas es llevar un plato de comida a la mesa, a veces incluso por encima de la situación de inseguridad. Ir al mercado o pagar una consulta médica se ha convertido casi en un bien de lujo con la fuerte inflación de los últimos tres años (650% desde 2020), que ha deteriorado gravemente la situación económica. 

Además, en los últimos meses la región vive una escalada de ataques por parte de Turquía a infraestructuras críticas como refinerías de petróleo, puntos de suministro de agua, redes eléctricas y otras instalaciones clave como incluso centros de salud, que afectan directamente a los medios más básicos de vida de la población: más de 1 millón de habitantes en once grandes ciudades, así como más de 2750 pueblos en la región, están ahora totalmente sin electricidad. Además, el precio del gas se ha multiplicado por diez. 

El aumento de la escasez de agua ha disparado la prevalencia de las enfermedades transmitidas por el agua. Los centros de salud en la región informan de una tendencia al alza en los casos de diarrea aguda, lo que refleja la insuficiencia de los servicios de agua, saneamiento e higiene.  

En este grave contexto que la ONG denuncia tras 13 años de conflicto, la financiación de la respuesta humanitaria no responde a las necesidades del pueblo sirio. Según datos de OCHA, al cierre del 2023 la financiación requerida en el Plan de Respuesta Humanitaria para salud apenas se cubrió en un 36%, mientras que, en nutrición, solo el 24%. Médicos del Mundo denuncia que el interés de los donantes en Siria ha disminuido aún más debido a otras crisis regionales y es urgente una financiación adecuada que garantice la financiación de la salud y la nutrición. 

 

 

El trabajo de Médicos del Mundo 

Médicos del Mundo trabaja desde 2017 con el sistema públicos de salud en el noreste de Siria para prestar servicios vitales y crear un sistema resiliente en el que las autoridades locales puedan asumir poco a poco las responsabilidades en materia de salud. Desde la reconstrucción de los centros de salud, a su equipamiento y provisión de personal sanitario, Médicos del Mundo trabaja la salud física y mental a través de atención primaria, consultas especializadas, atención en salud sexual y reproductiva y en salud mental y apoyo psicosocial. Además, provee al sistema sanitario de un acceso gratuito a medicamentos. 

Otra parte importante del trabajo de Médicos del Mundo en materia de salud pasa por la sensibilización y las visitas domiciliarias para concienciar a la población, el apoyo técnico en formación y supervisión técnica del personal de salud sirio y la respuesta a emergencias como el terremoto del pasado año, brotes de cólera o la pandemia de la COVID-19. Durante 2023, la ONG llegó a más de 600.000 personas con más de 1,2 millones de consultas.